Hace poco que estuve hablando con un familiar (ser orgánico afín)
con quien hacía tiempo que no compartía mis pequeñas ejecuciones miniaturisticas
(habíamos compartido otras aficiones entre las que estaba la degustación de
bebidas alcohólicas y otros vicios videojueguiles) y se sorprendió y horrorizo
sobre mis usos de las cuchillas y la masilla verde.
En esta entrada no quiero dejar de sacar algunas de mis creaciones
(MWHHHHAAAAAAA, rayo de fondo, HHAAAAAAAA, ja ja ja, cof cof, ja ja, bueno ya esta.) para que os sirvan de inspiración de
los diferentes usos de la masilla y para regodeo de mi propio ego (por favor no
seáis crueles con los múltiples defectos en la realización).
He aquí una selección:
Esto es la típica modificación chorra de una miniatura, un banderín
para la hombrera.
Un triangulito muy pequeño aplastado delicadamente contra el
borde de la hombrera con una pieza de metal humedecido.