Edgar Wright ha dirigido a la pareja que
componen Simon Pegg y Nick Frost en tres fantásticas películas que nadie
debería perderse. Shaun of the dead (horriblemente traducido como Zombie
Party¿?), Hot Fuzz (detestablemente traducida como Arma fatal¿?) y finalmente
hace poco The World’s End (aceptablemente traducida como Bienvenidos al fin del
mundo).
Y es que estos tíos son la caña; ni
tecnicismos, ni fríos halagos; son la hostia, ni más ni menos, todo lo que toca
esta gente está bien hecho y punto.