Hay libros que marcan tu
vida, pueden ser de filosofía, de poesía, de aventuras, de amor… Pero cuando te
marcan lo sabes y tu vida se orienta al rumbo que formara el camino de tu vida.
En mi caso son unos
cuantos, pero hay uno sorprendente y al mismo tiempo extraordinario. Es un
libro el cual me obligó a leer una odiosa profesora de historia del
instituto (no era nada personal, todos los profesores fueron odiosos en esa
época). Pero sorprendente me encanto y me permitió ver la vida de otra manera.
El libro es “Historia de
Roma” de Indro Montanelli. Y básicamente cuenta la historia de la Roma antigua
desde la mirada desapasionada de este fantástico periodista sin que pierda su
magnífica opinión. Es tan bueno que hasta los guías turísticos en Italia, lo
llevan como referencia para contar anécdotas…
La principal ventaja de
este; y por lo que he podido descubrir sus otros libros; es contar de manera
sencilla, divertida, contrastada y lucida la historia. Reflejándonos unos seres
más humanos y convincentes, que los ancestros que nos suelen idealizar.
Saber que Julio Cesar era
un inteligente personaje que ostento todos los cargos públicos hasta llegar a
la cima es bastante común, pero también fue un valiente general que luchaba en
primera final para que sus soldados siguieran su ejemplo, un libidinoso
sacerdote que ascendió gracias a las mujeres que sedujo, un presumido político
que peinaba sus cuatro pelos para ocultar su temprana calvicie… Todos ellos
conforman ese rico personaje presentado junto a otros por la sagaz pluma de
Indro.
“Lo que
hace grande la Historia de Roma no es que haya sido hecha por hombres
diferentes a nosotros, sino que haya sido hecha por hombres como nosotros”
Un periodista tan desvinculado
que llego a entrevistar a Hitler, Henry Ford, Churchill, de Gaulle, el Papa Juan
XXIII… Pero tan actual y con un juicio sensato que llego a coincidir con
Berlusconi; al cual comparaba con una enfermedad para Italia.
Su apasionante vida que
englobo casi todo el siglo XX, la vivió dedicado al periodismo, la escritura,
el teatro y sin participar activamente en la política (aunque se lo
propusieron), pero sin dejar sus críticas donde atacaba los más extremistas.
(Tanto el fascismo en la segunda guerra mundial, como el comunismo soviético
posteriormente).
“El
burdel es la única institución italiana donde la competencia es premiada y el
mérito reconocido.”
No quiero acabar este
artículo sin parafrasearle con uno de sus párrafos del libro que estoy leyendo:
Me animaré a leer el libro. sí que concocía la figura de este maravillosos periodista, ójala hubiera más gente tan lúcida como él lo fue...
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